lunes, 27 de mayo de 2019

El momento en que te solté

No puedo continuar más con esto, es cansado sostener tu deseo, es cansado cuidar de tus sentimientos cuando tu no haces nada por cuidarlos. Estoy cansada del papel de villana y de tu papel de mártir.
Tu eterna demanda absorbe mi energía y he de decir que estos días sin ti me han ayudado a respirar.
Querido amigo, te suelto, suelto tu deseo, ese deseo que revolotea a mi alrededor pidiendo más y más de algo que no existe. 
Pero, querido amigo, te abrazo, te abrazo como compañía, como ojos que te reconocen y oídos que te escuchan. Pero, no más como la villana que le da sentido a tu cuento. 
No merezco tal papel y no lo deseo. 
Hasta entonces... buena vida, viejo amigo. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario