No puedo continuar más con esto, es cansado sostener tu deseo, es cansado cuidar de tus sentimientos cuando tu no haces nada por cuidarlos. Estoy cansada del papel de villana y de tu papel de mártir.
Tu eterna demanda absorbe mi energía y he de decir que estos días sin ti me han ayudado a respirar.
Querido amigo, te suelto, suelto tu deseo, ese deseo que revolotea a mi alrededor pidiendo más y más de algo que no existe.
Pero, querido amigo, te abrazo, te abrazo como compañía, como ojos que te reconocen y oídos que te escuchan. Pero, no más como la villana que le da sentido a tu cuento.
No merezco tal papel y no lo deseo.
Hasta entonces... buena vida, viejo amigo.