martes, 31 de diciembre de 2019

Medias y vino tinto

Al llegar al lugar sólo había una mesa, una alfombra, una cena, una chimenea, por un momento ella pensó que todo estaría concurrido, sin embargo eran ella y él, y la música envolviéndolos con su sonido.
Él le pidió su abrigo y ella dejó al descubierto, un vestido que había elegido cuidadosamente para la ocasión, medias negras y zapatos a juego.
Le invitó a sentarse en la silla justo al frente, y ella recorrió su cuerpo con la mirada, esperando a que él hiciera el primer movimiento, sólo una mesa los separaba, un café, una vela, unas cuántas palabras.
Su risa resonaba entre deseos escondidos, un roce en la mano, después un suspiro.
Entre los regalos de la velada una botella de vino tinto aguardaba, dos copas esperando a ser usadas.
Una primer copa, más sonrisas, más miradas, menos palabras, una mano por debajo de la mesa tocando su falda.
Dos copas, cada vez más cercano, todo aquello que ataba poco a poco se iba soltando, más palabras al azar, sin sentido, perdidas, como la mano bajo su vestido.
Al fin él decide ponerse de pie, la toma y sienta sobre la mesa, y la besa, al fin la besa, ella lo rodea con sus piernas y se recorren los cuerpos liberan cadenas, abren secretos...

Lo que pasó después es un secreto de medias y vino tinto...


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